Hoy me gustaría hablar de algo que resulta verdaderamente impresionante. Cambia nuestra forma de ver el futuro, de pensar en eficacia y velocidad.
La tecnología ha tenido un gran avance en las últimas décadas, realmente grande. Pero, ¿qué tiene esto de impresionante? Téngame un poco más de paciencia y se explicaré.
Se podría decir que la historia de la tecnología tiene años, ya que se puede definir como el conjunto de instrumentos, recursos técnicos o procedimientos empleados en cierto campo o sector. Así que un gran adelanto de la tecnología ha sido el ábaco. ¡Cuánta ayuda ha brindado para calcular mejor y reducir los tiempos!
Pasan los siglos y se conciben las ideas de máquinas que calculen. ¡Ahí está! Nace la filosofía de los computadores. Personas como Babbage junto con Ada Lovelace, crean máquinas capaces de calcular, y diseñan algoritmos que efectúan operaciones matemáticas.
1936. Un año clave. Por supuesto, pasaron muchas cosas a favor de la tecnología de la computación en los años anteriores. Pero justo en 1936, Alan Turing formuló el concepto que hasta hoy es el objeto central de las ciencias de la computación: la máquina de Turing. Esta sería capaz de resolver todo problema matemático representable por un algoritmo. Esta fue uno de los primeros modelos teóricos de las computadoras. Se puede decir que de ahí en adelante, las ciencias de la computación han crecido exponencialmente. Actualmente escuchamos hablar de inteligencia artificial (cosa a la que Turing también contribuyó), que en otra ocasión se abordará. Se crean computadoras más rápidas, más eficaces y cada vez más pequeñas, como un celular. Ahora nos acercamos un poco más a donde quiero llegar. Al estudiar la evolución de las máquinas, de la primera computadora con funciones básicas, almacenamiento muy limitado y tamaño de una habitación a mini-computadoras que entran en un bolsillo, con chips, y extremadamente veloces. El tamaño del hardware influye mucho en la velocidad que se realizarán las funciones lógicas de la máquina. Es increíble estudiar cómo es posible que estés leyendo este artículo gracias a la interacción de átomos, energía que pasa a través de materiales conductores y semiconductores, la lógica que tiene todo sistema electrónico, distintos sistemas de numeración (binario, octal, decimal, hexadecimal), cómo esos sistemas de numeración tienen una relación con la prosición de materiales del silicio... Las grandes placas quedaron atrás, ahora vivimos en la época de los chips. Así todo es más veloz.
Ahora, imagínate que partes a la mitad esa placa, y que lo vuelves a hacer vez tras vez. Llegará un momento en que no tendrás una placa, sino átomos de esta. Podrías dividir otra vez, pero entonces entrarías en el mundo cuántico.
Imagínate poder usar la velocidad de los electrones a una plenitud que jamás se ha usado. Con un hardware pequeño, menor al de un chip. Que se siga aplicando el concepto de la máquina de Turing. Antes no era posible, pues el tamaño del hardware hacía que los electrones se “escapen”. Ahora abre los ojos. Ya existe la computación cuántica. Ahora se dejan a un lado los conceptos de la física clásica para abrir el camino a las leyes cuánticas. De esta forma, algoritmos que serian un sueño en una máquina de Turing, son posibles en una máquina de Turing cuántica.
Ahora bien, piensa en lo impresionante que sería ver la interacción de la inteligencia artificial a velocidades cuánticas. Se abrirían las puertas a conocimientos ignorados hasta el momento por la imposibilidad de hacerlo. Increíble, ¿no es así?
La tecnología ha tenido un gran avance en las últimas décadas, realmente grande. Pero, ¿qué tiene esto de impresionante? Téngame un poco más de paciencia y se explicaré.
Se podría decir que la historia de la tecnología tiene años, ya que se puede definir como el conjunto de instrumentos, recursos técnicos o procedimientos empleados en cierto campo o sector. Así que un gran adelanto de la tecnología ha sido el ábaco. ¡Cuánta ayuda ha brindado para calcular mejor y reducir los tiempos!
Pasan los siglos y se conciben las ideas de máquinas que calculen. ¡Ahí está! Nace la filosofía de los computadores. Personas como Babbage junto con Ada Lovelace, crean máquinas capaces de calcular, y diseñan algoritmos que efectúan operaciones matemáticas.
1936. Un año clave. Por supuesto, pasaron muchas cosas a favor de la tecnología de la computación en los años anteriores. Pero justo en 1936, Alan Turing formuló el concepto que hasta hoy es el objeto central de las ciencias de la computación: la máquina de Turing. Esta sería capaz de resolver todo problema matemático representable por un algoritmo. Esta fue uno de los primeros modelos teóricos de las computadoras. Se puede decir que de ahí en adelante, las ciencias de la computación han crecido exponencialmente. Actualmente escuchamos hablar de inteligencia artificial (cosa a la que Turing también contribuyó), que en otra ocasión se abordará. Se crean computadoras más rápidas, más eficaces y cada vez más pequeñas, como un celular. Ahora nos acercamos un poco más a donde quiero llegar. Al estudiar la evolución de las máquinas, de la primera computadora con funciones básicas, almacenamiento muy limitado y tamaño de una habitación a mini-computadoras que entran en un bolsillo, con chips, y extremadamente veloces. El tamaño del hardware influye mucho en la velocidad que se realizarán las funciones lógicas de la máquina. Es increíble estudiar cómo es posible que estés leyendo este artículo gracias a la interacción de átomos, energía que pasa a través de materiales conductores y semiconductores, la lógica que tiene todo sistema electrónico, distintos sistemas de numeración (binario, octal, decimal, hexadecimal), cómo esos sistemas de numeración tienen una relación con la prosición de materiales del silicio... Las grandes placas quedaron atrás, ahora vivimos en la época de los chips. Así todo es más veloz.
Ahora, imagínate que partes a la mitad esa placa, y que lo vuelves a hacer vez tras vez. Llegará un momento en que no tendrás una placa, sino átomos de esta. Podrías dividir otra vez, pero entonces entrarías en el mundo cuántico.
Imagínate poder usar la velocidad de los electrones a una plenitud que jamás se ha usado. Con un hardware pequeño, menor al de un chip. Que se siga aplicando el concepto de la máquina de Turing. Antes no era posible, pues el tamaño del hardware hacía que los electrones se “escapen”. Ahora abre los ojos. Ya existe la computación cuántica. Ahora se dejan a un lado los conceptos de la física clásica para abrir el camino a las leyes cuánticas. De esta forma, algoritmos que serian un sueño en una máquina de Turing, son posibles en una máquina de Turing cuántica.
Ahora bien, piensa en lo impresionante que sería ver la interacción de la inteligencia artificial a velocidades cuánticas. Se abrirían las puertas a conocimientos ignorados hasta el momento por la imposibilidad de hacerlo. Increíble, ¿no es así?
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